Placeres

¿Recuerdas aquellos momentos etéreos, donde tan solo podíamos sentir nuestros cuerpos estrechándose en una sinfonía de caricias, besos y jadeos? Cuando recibías, con tu corazón abierto, mi cuerpo subyugado a ti. Cuando en tu seno albergaba todos aquellos fragmentos de amor incondicional, con tus labios erizando cada bello de mi piel. Con mis manos plasmando a cada curva, a cada recoveco tuyo, la pasión que nos fundía en un único cuerpo.


7 de Marzo de 2015

Leave a Reply