Pensamientos Vagos


Un ramito de violetas - Gian Franco Pagliaro

Era feliz en su matrimonio,
aunque su marido era el mismo demonio,
tenía el hombre un poco de mal genio
y ella se quejaba de que nunca fue tierno,
desde hace ya más de tres años
recibe cartas de un extraño,
cartas llenas de poesía
que le han devuelto la alegría.

Quién le escribía versos dime quién era,
quién le mandaba flores en primavera,
quién cada nueve de noviembre
como siempre sin tarjeta
le mandaba un ramito de violetas.

A veces sueña y se imagina
cómo será aquel que tanto la estima,
sería más bien un hombre de pelo cano,
sonrisa abierta y ternura en las manos;
no sabe quién sufre en silencio,
quién puede ser su amor secreto,
y vive así de día en día
con la ilusión de ser querida.

Quién le escribía versos dime quién era,
quién le mandaba flores por primavera,
quién cada nueve de noviembre
como siempre sin tarjeta
le mandaba un ramito de violetas.

Y cada tarde al volver su esposo
cansado del trabajo la mira de reojo,
no dice nada, porque lo sabe todo,
sabe que es feliz, así de cualquier modo,
porque él es quién le escribe versos,
él, su amante, su amor secreto,
y ella que no sabe nada
mira a su marido y luego calla.

Quién le escribía versos dime quién era,
quién le mandaba flores en primavera,
quién cada nueve de noviembre
como siempre sin tarjeta
le mandaba un ramito de violetas.
 

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La horita en que me llega algo de inspiración.

Hace tiempo que no escribo nada acá, pero por esas cosas de la vida, se me vino un tema a la cabeza. Recordaba fragmentos de la letra y el buscador de la gran "g" no ayudaba. En uno de esos intentos, dí con la página que necesitaba. Música del pasado. Sí, pero que me trae recuerdos de mi infancia igual, a pesar de que no viví aquellos años.

Me es inevitable al escuchar estos temas, el que no se me venga tu imagen a mi memoria. Te extraño. Y te extraño demasiado... ha sido tan raro todo, y a la vez tan grato. Si fuera por decir todo lo que pienso, probablemente me vuelva a repetir (una vez más) en lo mismo que te vengo diciendo desde que te conocí, en la maravilla de mujer que eres, en lo encantadora que resultas ser, en lo perfecto que es todo a tu lado.

Me siento alegre y triste al mismo tiempo. Puede ser raro, pero no lo es. Feliz es imposible no estarlo... te tengo conmigo, a pesar de todo el cansancio de la U, estas ahí estas a mi lado, y he podido encontrar a la mujer que deseaba, en ti. Como aquel reflejo imperfecto que mi alma añoraba, y que terminó de completarse el día que vi tu rostro sonriente, que sentí tus brazos rodeándome, que escuche tu voz, que me dijiste "yo no soy así". Tengo que ser sincero. Cuando dijiste eso, supe que me decías la verdad. Supe en tus ojos que estabas cómodamente incomoda... entendí que te pasaba lo mismo que a mi. No te lo niego, me dio miedo. Dañarte, o equivocarme, fueron las opciones que más rápido llegaron a mi mente y me dije a mi mismo: "Idiota... no se te ocurra hacer nada que la lastime"...

Si lo he logrado o no, no lo sé (eso depende solo de ti...) pero de que he intentando ser lo mejor para ti, si. Con altos y bajos sin duda, pero eso no ha quitado el que quiera estar contigo por toda la vida... de ser posible. Eres aquella persona que siempre desee, aquella mujer que siento igual a mi, al mismo tiempo que es distinta.

Me siento tan reiterativo diciéndote estas cosas y aún así otra parte de mi cree que no bastará con que lo repita una y mil veces, para mostrarte lo importante que te has vuelto.

Te amo... te amo como sé que nunca he amado a nadie. Te amo como sé que no se volverá a repetir. Y aún así, siento el vacío en aquellas palabras que todos dicen, pero que no encuentro como cambiar, para mostrarte todo aquello que pasa por mi corazón.

Eres mi todo.~ ♥♥♥