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Archive for octubre 2011
Nuevos Momentos
No se necesitaba nada, ¡en serio! Sólo hacía falta un leve indicio. Un pequeño acto de complicidad consensuada. ¿Porqué nunca existió? ¡No!, no te pido respuesta ni explicación, que como dicen "las explicaciones agravan la falta". Se trata de otra cosa. Es simplemente un intento desesperado por entender. ¿Dónde fallé?, ¿dónde nos equivocamos?.
El tiempo pasa con su velocidad anacrónica, y deja en su camino el sin sentido de una vida sin tu compañía. Sin la presencia de aquellas pequeñas luces que en algún momento iluminaron nuestro futuro en una perfecta sinfonía de vidas. ¿Te has detenido a pensar en cuanto los necesito? ¿En algún momento se te pasó por la cabeza que quizás los deseaba para siempre conmigo, disfrutando sus peleas infantiles o sus comentarios inocentes, sus juegos sin sentido?
No lo niego. Extraño demasiadas cosas. Tus manos al acariciarme. Tus labios al recorrer mi cuerpo. Tu voz al hablar y reír. Tus ideas alocadas - y aquellos actos aún más desvariados -. Incluso aquellos recuerdos de cuando por primera vez nos vimos.
Mas el tiempo no se detiene y ya todo cambió. Tú, yo y todo a nuestro alrededor. ¡Es cierto! quizás cuando todo empezó, mis acciones eran distintas, pero ahora ya no me meto en una relación de dos.
pd: No sé cuanto de esto tiene de realidad y de ficción. Creo que es sólo una mezcla homogénea. Cada quien saque sus propias conclusiones sobre su vida~ que para eso es que escribo....
Paraíso
- ¿Recuerdas esa vista?
- ¡Claro!, pero ya hace mucho que no la observaba una vez más. Es hermosa, pero el tiempo la ha distorsionado y no es ni la mitad de lo que en mi recuerdo permanece.
- Eso es normal, no te preocupes.
- ¿Porqué lo dices?
- Al final, en la vida solo mantenemos en la memoria las cosas bellas, porque nos dan la fuerza para superar lo malo. Este lugar con su vista maravillosa, se mantiene en la retina de tu mente y tu corazón, como un grato recuerdo...
- Deja de hablar así. Sabes que me molesta cuando te pones tan técnica.
- Jaja, lo siento. Se me había olvidado eso.
- Está bien. Ven y dejame abrazarte. Y mientras observamos las maravillas de este lugar, permiteme perderme en tus abrazos y besos, y hacer de este momento, un precioso recuerdo para el futuro.
- No pierdes ocasión, ¿eh? - mientras le sonreía pícaramente
- No es que te moleste tampoco.
Los abrazos comenzaron a entremezclarse con el vaivén de los cuerpos, mientras la noche dejaba ver una luna llena coronada de un majestuoso halo plateado.