Direcciones

-Sí, el viaje ha sido largo, ¿eh? -la voz sonaba extraña, hasta cavernosa.

El recién llegado solo le miraba sin decir palabra. Giró su cabeza de un lado a otro. El lugar era enorme. Pasillos de gran longitud se extendían en muchas direcciones. Y en cada espacio posible había una puerta. Su cara mostró perplejidad.

-Lo notó, parece -el dueño de la voz hablaba con naturalidad, siguiendo la mirada del recién llegado e interpretando sus pensamientos-, el lugar está lleno de puertas pero no son puertas cualquiera. Cada una de ellas lleva a caminos distintos. Incluso usted llegó por una de ellas, ¿no lo recuerda?

El interpelado le miró con una vaga extrañeza. Algo parecía recordar pero no estaba seguro y prefirió guardar silencio.

-¡Tranquilo, hombre! es natural que no recuerde nada, total usted es solo una imagen de la realidad. Una mera ilusión de las cosas, una interpretación arbitraria. De hecho, ni siquiera tiene voz -una ligera sonrisa se dibujo en el rostro de quien hablaba-. Es más, yo mismo no soy real. Estamos... allá afuera -sus brazos se movieron juntos por sobre su cabeza y se separaron en ambas direcciones, como intentando mostrar que todo era afuera- en estos momentos. Pero creo que eso no tiene importancia que se lo explique, ¿no?.

El recién llegado solo le miró unos instantes y luego intentó dar un paso hacia adelante, pero fue detenido por aquel extraño individuo.

-No se apresure. Tenemos un tiempo aún. ¿Sabe a donde llevan estas puertas?. No claro que no. No deseaba incomodarlo. Mire, le explicaré. Cada una de ellas, se encuentra cerrada con llave. No hay dos que abran con la misma llave, claramente. Pueden haber algunas muy similares, pero no serán jamás iguales. Cada una de las puertas lleva en un camino distinto, sin lugar a dudas, pero desconozco a donde llevan realmente. No es mi función saberlo tampoco. Yo solo soy... un guía. No ponga esa cara, sé lo que está pensando. No hay ningún lugar en donde sacar la llave, bueno... -titubeó un poco como tratando de medir sus palabras- por lo menos no acá. Cada persona tiene la suya propia, que lo llevará al camino indicado. Incluso sabrá de inmediato en que puerta buscar. De hecho, debería revisarse los bolsillos. En alguno de ellos se debería encontrar en estos momentos su llave. Y no me mire con esa cara tan extraña, solo hágame caso.

El individuo se registró todos los bolsillos, y al revisar uno de los que llevaba en su chaqueta, sacó una llave. Era extraña. Con incrustaciones y dientes que no eran nada usuales de ver. Miró la llave, le gustó. Dio algunos pasos buscando la puerta, la cual, a pesar de que no conocía, tenía la sospecha que identificaría al verla. El otro, quien había estado dando todo este monólogo, seguía parloteando algunas cosas sin sentido, aunque el tipo no le escuchaba. Al llegar frente a una de las tantas puertas que habían, metió la llave en la cerradura y la puerta abrió sin problema. Entró y la cerró tras de si. Se escuchó el ruido de un cerrojo cerrándose.

La mirada de, a falta de una mejor palabra, el guía, pasó de una alegre a una un poco más melancólica. Observó una puerta perdida en la distancia, de apariencia algo antigua, mohosa, oxidada y descolorida. Se estremeció ligeramente, y volvió la vista al tiempo que una puerta se abría y dejaba ver a una chica. Su mirada cambió nuevamente y se mostró alegre y cálida. "Vamos nuevamente", pensó. Y se dirigió a ella para indicarle que debía hacer en aquel lugar.

Y una vez más, la llave no abrió aquella puerta mohosa, oxidada y descolorida.

One thought on “Direcciones

  1. Me gusta~
    Sobretodo el final, le da un sentimiento algo acogedor al resto del texto, un egoísmo un tanto singular y caprichoso, aunque la razón de por qué esa puerta no se abre solo está en tu imaginación.

    Me agrada el mundo y cómo lo describes, da cierto libre albedrío, quizá solo sea yo, pero me gusta bastante.

    Me gusta cómo escribes =)
    sigue adelante, tienes piezas muy buenas ^^ ♥

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