Realidad

La conversación había cambiado. En aquellos momentos me intentaba crear una imagen mental de como sería el día siguiente. De como se vería ella bajo aquellas ropas que intentaba describirme. No lo niego. Imaginé una y mil cosas a la vez. En algunas se veía mal, y en otras simplemente parecía una modelo. Un tono de labios, un color de uñas, un peinado e incluso su maquillaje. Todo cambiaba en cada atuendo que llegaba a mi mente. Un sin fin de colores circulaban, manteniendo unas pocas constantes que se repetían.

Es cierto. Sólo había sido imaginación. Pero aún así, siempre se dice que la realidad supera a la ficción. Y cuando por fin pude ver la apariencia final, no pude hacer nada más que callar y mirar. Un vestido hermoso con una caída y un corte perfecto para su cuerpo. Un maquillaje que destacaba aquellos ojos alegres y una mirada coqueta que no podía sino indicar la felicidad de quien así vestía.

Cierto. No pude pensar nada. Al rato, lo primero que pasó por mi cabeza fue simplemente un "maravillosa" -con una velocidad digna de perder contra el paso firme de un caracol en carrera- y trás aquella palabra, comencé a conectar nuevamente las ideas. Es cierto. La realidad superó con creces mi capacidad de imaginación, pero no me molesta. Si no hubiera sido así, jamás me habría sorprendido. Y ha sido la mejor sorpresa de el último tiempo. Con creces.

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