Distancia

Un día opaco. Un aire grisáceo cubre la ciudad por completo.

En medio de la ciudad un cerro.

Y entrando al cerro un chico.

Observa el lugar con una mirada triste y perdida. Y en sus ojos se ve como un pensamiento, tan feliz como triste, se le cruza por la mente. Decide caminar.

Comienza su viaje improvisado en dirección a la cumbre por senderos y caminos, exigiéndole el aguante necesario a un cuerpo que ha ido olvidando lo que significaba el esfuerzo.

Un tibio sol cae sobre aquel lugar, mostrando una ciudad sucia. A pesar de eso, la mirada del chico se vuelve alegre, hasta esperanzada. El lugar, con su verdor y relativa tranquilidad le animan. Le hace feliz.

Lentamente avanzando llega a la cima. Se sienta y ve al horizonte. Un sol anaranjado y tapado por el aire contaminado ilumina en su ultima hora a la ciudad acelerada. La mira, la observa, buscando en los edificios silenciosos algún lugar que conozca. Y en eso, un recuerdo le llena el rostro de evidente melancolía.

Sabe que esta mal. Realmente lo sabe. Y a pesar de saberlo, no puede dejar de traer aquella imagen a su cabeza. Saca el celular con la excusa de ver la hora, aunque lleva reloj de pulsera, y se queda con la mirada perdida, soñadora, viendo aquella fotografía.

"Que triste es desear algo inalcanzable", se le escucha murmurar.

Comienza a escribir con la esperanza de desahogarse. Al terminar, empieza con el camino de vuelta, intentando recorrer las rutas menos transitadas, como en un intento por demorar el regreso a la ciudad. No puede evitar encontrarse con cada vez más personas, hasta que, unos minutos después, abandona el cerro y vuelve al mundo civilizado.

Y una vez más, su rostro muestra una mirada triste y perdida.

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