Declaraciones

Sinceramente... hace mucho tiempo que no me sentía tan bien conmigo mismo... tranquilo... esperanzado.

Quizás, motivos faltan más que sobran (tomando en cuenta todas las metas que tengo en contraste con las cumplidas), pero no quita que me siento realizado en muchas cosas.

Probablemente sea una mezcla de alegría y esperanza. Es extraño como una persona puede influir tanto. Como alguien puede mandarte a momentos tristes y como es capaz, también, de sacarte de ellos.

Puede sonar raro. No me interesa.

Entiendo muy bien a quien me refiero. Esa persona también lo notará. Eso es lo que me vale.

A pesar de que una parte de mi dice "no tendrás lo que deseas", hay otra que mantiene la fe (¿alguien creyó que a pesar de ello no tendría esperanzas? jajaj al contrario...)

Disfruto mi día a día. Soy feliz con eso por ahora. Pronto habrá que volver a una realidad que siento lejana, por ahora, pero no me preocupa. Ando feliz~

Todo gracias a ti~

El Peso del decir

¿Porqué las palabras pesan tanto para mi?, ¿Porqué no puedo ser como el resto... a quienes las palabras parecen no significarles nada...?

Días de reflexión.

Siempre que mi estado animico es tan como las weas similar al actual termino llegando al mismo punto. La forma de dirigirse, de comportarse... todo revela cosas de la gente. Incluso la forma de despedirse.

Suelo entender que la gente no reacciona como yo en muchas cosas (razón por la cual suelo tener tantos problemas en varios sentidos... en especial respecto al ambito amoroso), y comprendo esa falta de preocupación por el resto. No la comparto claramente. Pero en ocasiones (como hoy...) esas palabras pesan. Y mucho.

Por ejemplificar, según yo, no es lo mismo despedirse con un "xau" o "nos vemos" que con un "adiós". Siempre he sentido/pensado/creido, que el último, solo se usa cuando el interes por el resto (y por ende, la preocupación) han pasado a segundo plano. Cuando, la preocupación por un distanciamiento, no existe. Suelo usarla, para con gente que no me interesa. Suelo usarla cuando ando tan animado como ahora. Suelo usarlo... cuando no sé que esperar de la gente...

En ocasiones me pregunto si solo seré un tipo demasiado grave. Una parte de mi, dice que si. La otra... sólo sigue rompiendose y lamentandose por cosas que se empeña en mantener tercamente. Sabiendo que al final, siempre terminará igual.


Dime. Cuando apareciste dandome dicho consejo, ¿esperabas que tomara este camino?, ¿esperabas que la luz iluminara e indicara el camino a seguir?, ¿Creías que llegaría hasta este punto?. Ya sé que te alejé. Sólo me queda ver como se comporta el mundo más adelante. La sorpresa sigue en su espera, queriendo saber si algún día se hará realidad o no. Sólo falta eso...

Melancolía mode on

La razón de ser de esto... ninguna. Sólo escuche el tema... y me gustó y en parte siento que me llega. En estos momentos... mi único deseo es que la última frase sea cierta... pero si no... nada que hacer~



Love ~ Siam Shade

沈む夕陽に影踏みしてる
理由はいらない どこまでも君と

Woo やけに時が
Woo 冷たくこの身を刺すけど

Your love この胸に抱きしめていたい
All you love 溢れるほど
Your love 感じていたい 言葉は要らない
瞳をかさねているだけで... for love

叫びたい程 君を求め
だけど同じ程 照れ臭くてごめん

Woo 振り向くたびに
Woo 君は側にいてくれたね

Your love 今ここに変わらぬ笑顔が
あることに気づいた
My love 君のために 何も無いけれど
この歌に刻み届けよう... for love

愛は彼方へ 愛は希望へ続くから

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

Amor

Las sombras arrollan el sol poniente.
No necesito razón alguna para estar contigo en cualquier situación, buena o mala.

Oh, este tiempo sin consuelo,
oh, me atraviesa impávidamente.

Quiero aferrarme a tu amor en mi corazón
hasta el punto en que todo tu amor se desborda.
Quiero sentir tu amor, pues no necesitamos ninguna palabra,
ya que se muestra en mis ojos... por amor.

Te busco hasta el punto en que quiero gritar,
pero lo siento, creo que es también un tanto incómodo.

Oh, cada vez que me di la vuelta,
oh, tú te encontrabas junto a mi lado, ¿verdad?

Tu amor y tu permanente sonrisa, ahora de ellas
me he dado cuenta.
Mi amor, nada he hecho por ti,
pero espero que esta canción que he escrito pueda llegar a ti... con amor.

El amor se extiende por todas partes, el amor continúa extendiendo esperanzas.

Planes

Había llegado el momento.

Hace tres años, habían comenzado a maquinar el plan para poder entrar a la casa de aquel millonario empresario, que respondía al nombre de Charles.

Lograron sobornar a una empleada, prometiéndole una parte del robo, he hicieron lo mismo con la seguridad del hogar, para que se encargaran de controlar los horarios y los lugares en donde estaban todos los artículos de valor. Claro que la distribución de la casa importaba, tanto como importaba que ese día, las cámaras de seguridad no miraran a donde tenían que mirar. No habían olvidado ningún detalle.

Y no es no confiara en sus capacidades. Él y su equipo habían sido los artífices de los robos más famosos del último tiempo, y de los más millonarios también. Este sería el último, y quería que fuera espectacular. La seguridad más férrea. El hombre con más dinero. Dueño de la empresa más reconocida. El mayor tiempo de planeación. Si hasta había pensado en escribir un libro después de esto, en el cual mostrar todo el esfuerzo que habían puesto por que el robo saliera un éxito.

Estaban seguros de lograrlo. Sin lugar a dudas lo lograrían. Y todo el mérito sería de él. El artífice del plan.

Ese día no partió bien. Habían despedido a los guardias que habían sobornado. Desconocía los motivos, pero no se amedrentó. Conocía la casa al revés y al derecho. Había estado revisando los planos a conciencia todo el último año. Conocía cada rincón. Cada posición de las cámaras de seguridad como si siempre hubiera vivido ahí. Quizás incluso mejor que quienes vivían ahí. Decidió seguir con el plan.

A eso de las veinte horas, se encontraba su vehículo detenido casualmente al frente de la casa. El resto de sus compañeros hacía lo mismo en otros puntos, rodeando el perímetro de manera táctica, para asegurar que nadie se acercara. Para asegurar un lugar de huida. Esto último era lo más importante.

Cuando dieron las veintiuna horas, decidió que había llegado el momento de actuar. Un aviso por radio fue suficiente. Descendió del vehículo y se dirigió con paso firme hacia la casa. Todo iba saliendo perfecto. Desde el timing en adelante.

Pero como dije, ese día no había empezado bien. En ese momento, su teléfono móvil sonó. Se apresuró a sacarlo, apagarlo y lanzarlo lejos para que no molestara. ¿Qué era un teléfono móvil, cuando iba a efectuar el robo del siglo?

En el momento en que llegaba al muro que rodeaba la casa, la puerta de acceso se abrió, revelando a la esposa de Charles. Fue un momento incomodo. Para ambos. Él se dio cuenta de que lo habían pillado. Recordó vagamente que era jueves. Recordó, con la misma vaguedad, que ese día la esposa de Charles no se encontraba en casa a esa hora. 'Mierda!', pensó mucho más rápido de lo que recordó todo lo anterior. Ella, vio las intenciones, así como la cara de incredulidad al verla ahí. Algo le dijo que podía utilizar ese momento.

-¡¿Vienen a robar, muchachos?! - dijo en una voz extrañamente calmada -. Esta bien pasen. No se demoren mucho, ¿eh?. ¡A sí! y recuerden hacer algo de ruido con los guardias, y dile a los chicos que no se les ocurra decir que estuve por acá. No quiero que sepan que tuve algo que ver.

Algo extraño estaba sucediendo, y se quedó de pie sin saber que decir ni como reaccionar. La mujer siguió caminando con paso firme. Él la siguió con la mirada un rato. La vio sacar un cigarro de su abrigo. Pero también la escucho murmurar "¡así aprenderá! Le dije que había que renovar la casa, pero ahora no podrá decir que no". Se quedó mirando un momento más. Incrédulo.

No le bastaron muchos segundos para reordenar su cabeza. Le habían dejado hacerlo. Incluso podría haber sido una especie de orden. ¿Y quién era él para negarse?. Un trabajo es un trabajo. La fama estaba a la vuelta de la esquina. Sólo tendría cuidado de dejarse todos los honores para él. ¿Acaso la señora no había pedido de que no la nombraran en el asunto?. Honor y dinero por renovación hogareña. Le parecía justo. Muy justo.

Llega a ser patético... si...

o quizas deba decir... yo llego a ser patético...

creo q tendré q volver a empezar...

*CLOSE*


Desapareceré por un buen tiempo... necesito centrarme... y lo necesito mucho... en muchos sentidos. Todo cerrado... excepto un par de cuentas (q nadie o pocos conocen...) y este blog... (medio oficial de mis descargos al mundo...). Todos los planes q tenía obviamente se cancelan... y eso incluye incluso la locura q pensé en hacer hoy... y q finalmente habría querido hacer mañana...

Adios a todos...

pd: y si! aunq intento abrirme constantemente y no bloquearme... no siempre resulta... y esta vez... definitivamente no fue fructífero...

Segundos Consejos

- Me recuerdas? - pronuncio una voz conocida.

- ¡Oh, no! - fue la respuesta inmediata a aquella voz. Un susurro apenas audible, murmurado con el sonido más silencioso posible.

- Veo que si - dijo la voz en un tono de risa contenida. - Es normal que me recuerdes en todo caso. No puedes escapar de mi por más que lo intentes, ¿no?

- ¿Qué es lo que quieres? - se notaba impaciencia. Mucha.

- Sólo hablar contigo, ¿acaso es malo?

- Obvio, la última vez no te apareciste para algo positivo que digamos.

- ¡Jajaja! Pero parece que sirvió, ¿o me equivoco?

- No sabría si decir que sí o que no...

- Idiota. En ocasiones me haces pensar que no te conoces. Recuerdas esa última charla, y lo sé. Intentaste cambiar muchas cosas. "Mejorar" le llamaste y luchaste contra viento y marea por lograr tu meta de modificar tu forma de actuar. Y, ¿sabes?, te felicito. Lo lograste. Por lo menos en parte.

- Vaya, esto no me lo creo. ¡¿Tú diciendome que lo hice bien?!, dime donde está la cámara oculta....

- No seas irónico. No siempre apareceré porque estés haciendo de tu vida un desastre. No por nada somos uno - el rostro del oyente, no oculto su mueca de repudio por esa última frase, aun cuando en su interior, sabía que era verdad -. No puedo negar que lo estas intentando, y mucho. Pero no puedo dejar de decirte que falta algo importante. ¡Entrégate!, no solo intentes hacerlo. ¡Termínalo! si solo lo intentas de palabras y hechos, pero no pones tu alma, tu corazón en ello, jamás lo lograras y no serás muy distinto de quien eras. De quien repudias y al mismo tiempo añoras ser... no... en parte, tengo fe en ti, aun cuando hayan motivos para pensar lo contrario...

- ¡JÁH! - le interrumpió - ya sabía que venias a restregarme las cosas en la cara. Nunca cambias... realmente nunca cambias... - la voz pareció quebrarsele.

- Vaya... no esperaba que supieras que faltaba... eso me da un rayo de esperanzas. Estaré esperando por ese día. Realmente estaré esperando... - y se fue.

Quien quedó ahí, miró a su alrededor. Vio un lugar vació, de una negrura no muy profunda, pero sintió ese escalofrío que en ocasiones le recorría la espalda. Se sintió solo. Muy solo. Y solo atinó a sentarse en el suelo, rodear sus piernas con sus brazos y pegarlas a su cuerpo, acercar su rostro a sus rodillas y llorar. Sabía que él se había dado cuenta de lo que a gritos mudos pedía. Y También sabía, que él jamás le daría aquello. Únicamente le quedaba esperar.

Metas

Había esperado por ese momento durante mucho tiempo. Lo ansiaba como un hambriento a un poco de comida. Lo podía palpar, y su esencia la sentía revoloteando alrededor. Estaba seguro que había llegado el momento, y actuó. No logró prever que el instante había pasado poco antes. No se imaginó que su noción del tiempo podía fallarle. Pero así era. Ya no podría volver el tiempo atrás. Tendría que salir a comprar pan, ya que el que había puesto a tostar, se le había quemado. Ese, su primer desayuno como soltero, que quería utilizar casi como festejo, debería esperar...

Llantos

Las nubes cubre el cielo como si quisieran llorar.

Un rayo de luz se logra colar a través del cielo y proyectarse por unos instantes. Tan solo unos segundos.

El cielo se encuentra calmo. Expectante. Deseoso. Solo necesita una orden.

La melodía suena. Los primeros acordes resuenan en el tranquilo cielo. Las voces se hacen escuchar. El coro comienza su canto. Y una gota cae.

Las nubes comienzan su llanto. Inundan el aire de su sutil encanto. Raudas caen todas a inundar el mundo. Forjando con su pena, alegrías varias.

Y cuando la música llega a su ocaso, el cielo se vuelve a abrir.

Mostrando una luz fría, pronta a llenarse de vida.

Simbolos

La primavera a llegado ya a su fin, y ahora es cuando el invierno se deja sentir.

Aquella flor tímida y maravillosa que, con miedo comenzó a brotar, ahora se esta cerrando, se quiere marchitar.

Una corta vida para el observador obnibulado, es la que ella ahora representa; una vida llena de atenciones y cuidados, que aquella flor vislumbra y rechaza.

Conoce muy bien a la muerte a la que se enfrenta, muerte en vida; y aun así, ella no escarmienta. Buscando el vacío y el dolor de la muerte indómita, porque de la vida a aprendido que daña menos, por lo menos en algún sentido.

Y aunque temor al invierno de la vida le tiene, es de distinto cariz que el de la ilusión y esperanza, que genera una primavera falsa.

Imposible es, incluso para un dios, dar vida a quien a la muerte ha abrazado; tan solo resta dar un buen cimiento a esa luz que se apaga, otorgarle un regazo, donde pueda encontrar el descanzo que parece necesitar, y que encuentre la fuerza para brillar una vez más