Simbolos

La primavera a llegado ya a su fin, y ahora es cuando el invierno se deja sentir.

Aquella flor tímida y maravillosa que, con miedo comenzó a brotar, ahora se esta cerrando, se quiere marchitar.

Una corta vida para el observador obnibulado, es la que ella ahora representa; una vida llena de atenciones y cuidados, que aquella flor vislumbra y rechaza.

Conoce muy bien a la muerte a la que se enfrenta, muerte en vida; y aun así, ella no escarmienta. Buscando el vacío y el dolor de la muerte indómita, porque de la vida a aprendido que daña menos, por lo menos en algún sentido.

Y aunque temor al invierno de la vida le tiene, es de distinto cariz que el de la ilusión y esperanza, que genera una primavera falsa.

Imposible es, incluso para un dios, dar vida a quien a la muerte ha abrazado; tan solo resta dar un buen cimiento a esa luz que se apaga, otorgarle un regazo, donde pueda encontrar el descanzo que parece necesitar, y que encuentre la fuerza para brillar una vez más

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