Orgullo

Era la mujer más hermosa que hombre alguno hubiera conocido. No por su figura, ni por sus curvas, por el tamaño de su busto o el ancho de sus caderas. Había algo que tan solo su sonrisa expresaba, que su mirada mostraba, que sus palabras construían.

Y no era para menos, el saber que esa mujer, además de todo, era madre. Mal que mal, la verdadera belleza se mide en consecuencia, en actos y responsabilidades. Y por todo eso, ella la mejor.

10 de Agosto de 2014

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