Tiempo ha pasado ya, desde que nuestros senderos se juntaron y volvieron a separar, y aún me cuesta olvidar el suave aroma de tu cuerpo, la tersedad de tu piel, la ternura de tu mirar, la calidez de tus caricias.
Me recuesto en mi cama, dispuesto a dormir, y al tiempo que cierro mis ojos, siento tu cuerpo acercándose a mi y el peso de tu cabeza sobre mi hombro. Me sonrío, al creer que estas ahí, mas cuando abro mis ojos, no te veo y recuerdo que ya lejos estas.
Siento tu aroma impregnado en cada parte de mi cuerpo.
Aún no soy capaz de olvidarte, aún no soy capaz de sacar esos recuerdos, de dar vuelta la página y seguir.
Me enamoré... ¿o será que me enamoraste?
Y mientras transcurre el tiempo, espero la llegada... tu llegada, para sentir algo que durante años no sentí.
¿Tantas cosas han de ocurrir para finalmente a tu lado estar?
Sí, es así y por ello dispuesto estoy a todo, con tal de compartir una vida y eternidad junto a ti.
18 de Septiembre de 2008