Gracia.-

Afortunado aquel que contigo esté,
aquel que con sus manos acaricie tu rostro,
rozando sus dedos en tus labios
y pueda arreglar algún mechón caído en él.

Quien pueda compartir tus sueños,
disfrutar de tus palabras,
escuchar el eco de tu alegría
o el efímero instante de tu voz.

Bien aventurado aquel que pueda ser tu apoyo,
aquel cuyas palabras y consejos busques,
quién ansíes besar durante la interminable eternidad de un latido,
quién recurrentemente aparezca en tus sueños.

Quien, en la oscuridad del cuarto,
pueda sentir la tersura de tu piel,
la fogocidad de tu deseo
o el placer no expresado de tu gemir.

Porque la fortuna tiene multiples maneras de emerger,
y cada uno de tus perfiles,
encarna el placer de tenerte en mi vida.

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