Texto 75 (Regreso)

Aquel era un buen día. Hacía dos semanas que había salido de vacaciones junto a su mujer e hijos y, en esos momentos, el avión comenzaba a despegar. No pudo evitar la ansiedad. Intentó dormir, ver la película del avión y no logró concentrarse. Por la ventanilla se veía el mar tranquilo de un hermoso día soleado. Una cara de asco le embargó al mirar hacia afuera. "Esto no es para mi", pensó. Cuando por fin el avión llegó a su destino, estaba radiante. Bajó rápidamente y apenas sintió el aire contaminado, inspiró profundamente y sonrió. Habían llegado a Santiago.

21 de Septiempre de 2009

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